La moda vegana excluye materiales animales como cuero, lana, seda, piel, plumón…
Pero en su lugar, propone alternativas sintéticas o artificiales que simulan su aspecto:
Poliuretano (PU) o PVC para imitar el cuero, acrílicos o poliéster para imitar lana, rayón para imitar la seda, rellenos sintéticos en lugar del plumón...

Aunque no haya explotación animal directa, muchos de los tejidos veganos actuales son derivados del petróleo, con efectos negativos para la piel, el entorno y el cuerpo.

Según la European Environment Agency (2023), los materiales sintéticos usados en moda vegana suelen liberar microplásticos y contener aditivos tóxicos como ftalatos, disruptores endocrinos y metales pesados, capaces de alterar el sistema hormonal humano y provocar irritaciones cutáneas, sobre todo en pieles sensibles o al exponerse al sol.

El disfraz es más profundo de lo que parece.

Muchas marcas “veganas” imitan visualmente lo que dicen querer superar: cuero, piel, lana, seda…
El problema no es solo el material, sino la intención estética que se conserva.

¿Y si el verdadero cambio no está en qué usamos, sino en qué seguimos necesitando parecer?

Una chaqueta vegana que mantiene la silueta del cuero, del poder, del macho dominante.
Un abrigo vegano que sigue reproduciendo el volumen de un zorro que ya no está.

Entonces… ¿hemos cambiado de tejido o simplemente de disfraz?

Ética vs. coherencia.
La moda vegana se presenta como la alternativa ética por excelencia.
Pero… ¿puede haber ética sin coherencia?
¿Es suficiente con no usar animales si para lograrlo vestimos cuerpos con plásticos, tóxicos y símbolos heredados?

Una prenda no solo cubre. Una prenda comunica.
¿Qué estás diciendo tú con la tuya, aunque no lleve sangre?

Sí existen materiales que no imitan, sino que expresan.
Tejidos de origen vegetal, que no disfrazan, que no contaminan ni la piel ni el alma:

Cáñamo: resistente, transpirable, sin químicos.

Lino: ancestral, antibacterial, cargado de vibración.

Tencel (Lyocell): celulosa regenerada sin disolventes tóxicos.

Algodón orgánico sin teñir: suave con la piel y con el planeta.

Vestirse de intención, aunque aún en desarrollo, son caminos reales hacia una moda verdaderamente consciente.

Este texto no es una crítica al veganismo.
Es una invitación a mirar más allá de las etiquetas.
A revisar si realmente hemos soltado al animal… o si lo llevamos en la sombra de nuestras decisiones estéticas.

No se trata solo de no matar animales, sino de no seguir representando lo que los cosifica.

En Desviste la Moda...
No imitamos.
No disfrazamos.
No nos rendimos al marketing verde.
Creamos desde la verdad.

Moda Vegana: ¿ética real o disfraz sintético?

La promesa: vestir sin crueldad.

La moda vegana llegó como una propuesta revolucionaria: evitar el uso de materiales de origen animal en ropa, calzado y complementos.

Una respuesta al maltrato industrializado, al dolor silenciado de la lana, la seda, la piel o las plumas. Un aparente acto de compasión.

Pero tras esta estética amable, ¿existe una realidad ética visible?

¿Qué ética estamos replicando cuando decimos “moda vegana”?

Moda Vegana: ¿ética real o disfraz sintético?

Beatriz Chica

7/20/20253 min read